Estaba claro que los asistentes virtuales habían llegado para quedarse, hemos pasado de la mera ciencia ficción a la realidad. Desde los tiempos de Watson de IBM hasta el ChatGPT se ha recorrido mucho camino, pero a partir de ahora todo irá a una velocidad vertiginosa.

Como modelo de lenguaje de inteligencia artificial, ChatGPT puede tener un impacto significativo en los servicios legales de varias maneras:

  1. Investigación legal: ChatGPT puede ayudar a los abogados y profesionales legales con la investigación legal al buscar rápidamente a través de grandes cantidades de textos legales y proporcionar información relevante de manera concisa y fácil de entender.
  2. Redacción de documentos: ChatGPT puede ayudar a automatizar el proceso de redacción de documentos legales, como contratos, acuerdos y escritos, generando texto en función de un conjunto de entradas o plantillas.
  3. Servicio al cliente: ChatGPT puede utilizarse como un asistente virtual para responder preguntas legales comunes, proporcionar asesoramiento legal y guiar a los clientes a través de procesos legales.

Lo que está claro que lo que no añada valor no podrá venderse como un trabajo artesanal y eso supone un reto para los abogados, de hecho, el ecosistema legal se ha enriquecido con diferentes modelos segmentados por el tipo de tarea que hacen, generando una polarización de servicios: industriales por una parte y singulares y complejos por otro. No es lo mismo ejercer el derecho que prestar servicios jurídicos, eso es un cambio importante de paradigma.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque ChatGPT puede proporcionar una ayuda valiosa, no debe ser visto como un reemplazo de los abogados “humanos”. La tecnología de inteligencia artificial puede ser útil en la asistencia a los abogados, pero en última instancia, la interpretación y aplicación de la ley requiere conocimientos y experiencia humanos. Además, existen consideraciones éticas y legales que deben tenerse en cuenta al utilizar la tecnología de inteligencia artificial en el campo legal, como por ejemplo garantizar que se utilice de manera transparente y justa.  No obstante, esto generará nuevos mercados para y un mejor y mayor acceso a la justicia. A pesar de ser un país con muchos abogados, somos un país que casi el 50% de la población no los utiliza.

Además, existen límites en cuanto a lo que la tecnología de inteligencia artificial puede hacer en el campo legal. Por ejemplo, los casos legales a menudo involucran una serie de factores únicos que pueden ser difíciles de capturar y analizar por una máquina. También existen consideraciones éticas y legales que deben tenerse en cuenta cuando se utiliza la tecnología de inteligencia artificial en el campo legal, como garantizar que se utilice de manera transparente y justa.

También es interesante saber cómo puede afectar en la formación el ChatGPT. La tecnología de inteligencia artificial y el aprendizaje automático pueden utilizarse entrenar modelos que analicen grandes cantidades de datos legales y mejorar la eficiencia del proceso de aprendizaje. Además, se puede proporcionar a los estudiantes de derecho acceso a una cantidad de información legal sin precedentes, lo que les permite investigar y comprender mejor el derecho de manera más eficiente. Incluso, optimizar modelos, procesos y dedicar tiempo para tareas de mayor valor añadido.

Este tipo de tecnología puede ayudar a los estudiantes de derecho a desarrollar habilidades prácticas mediante la simulación de casos legales y la práctica de la redacción de documentos legales.

Así pues más que una amenaza es una oportunidad, una herramienta de soporte y de mejora de acceso a la justicia a través de nuevos modelos y de entrenar a nuestros jóvenes. El abogado no será sustituido, pero la manera de prestar servicios jurídicos tendrá múltiples formas y modelos.

En cuanto a la eficiencia de los departamentos legales, y en especial en las operaciones legales podemos ver en el ChatGPT una gran oportunidad para estandarizar, para formar a los departamentos de negocio, entrenar herramientas y gestiones miles o millones de datos.

Estoy convencida que vamos a ver una nueva era fascinante en el sector legal donde la tecnología ayudará a la abogacía a muchos debates sobre modelos, ética y posibilidades de cambio. Tendremos que estar atentos.